Nos mueve el deseo de plasmar en hierro recio, austero, atemporal, las emociones, deseos, miedos y estados del alma.
Los entresijos de las relaciones intrapersonales, con nuestro entorno.
La escultura es un espacio donde se recogen emociones cambiantes, instantes determinados.
Me defino como una capturadora de instantes que convierto en imperecederos al paso del tiempo.
La obra titulada "Face To Face", refleja fielmente este principio. Nos enfrentamos cara a cara con nosotros mismos, nuestras dudas, nuestros anhelos.
Mediante el modelado de varillas y tubos de hierro, creo esculturas. Líneas curvas y rectas. Líneas que originan un espacio común para la materia y su ausencia.
Son obras en movimiento, en armonía. Hacen partícipe a su entorno de su propia naturaleza.